viernes, 19 de junio de 2009

A caballo Regalado, se le mira el colmillo.

Riflexiones
Cayó en mis manos un folletín que se está distribuyendo en el país titulado “Presencia y significado de la Revolución Cubana” de la “Colección Reflexiones” del Centro de Estudios América (CEA) del 2009, en la que aparece un análisis sobre la proyección continental de la Revolución Cubana en el aniversario 50 de su triunfo, escrito por el Licenciado Roberto Regalado, funcionario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
En la introducción, o en parte alguna del folleto, se explica si los artículos que aparecen editados reflejan los puntos de vista del escritor, del editor o del Comité Central del Partido, pero teniendo en cuenta que el primer artículo es del Comandante en Jefe Fidel Castro y el segundo del General de Ejército Raúl Castro, nuestro actual Presidente, asumo que el folleto integro refleja los puntos de vistas actuales de nuestro partido.
Traigo a referencia el artículo de Roberto Regalado, funcionario del Comité central del PCC, porque pretende dar un viso de certeza a proyecciones que ya el pasado a demostrado estériles, sin embargo se tratan de renovar, de colorear, de aplicarle liposucción, cirugía con mínimo acceso, para presentarnos el nuevo cuerpo de una anciana retirada o a punto de jubilarse.
Y el intento de recorrer 50 años de revolución y su proyección continental y mundial en siete cortas páginas ya nos da una leve imagen de la pobreza de su contenido, salvo que el autor esté consciente de ese proverbio de que si hablas mucho está más expuesto a que te pasen el bate.
De cualquier forma, a buen pescador de gazapos ideológicos, con que haya una mentira ya le es suficiente. Les pondré la joyita ideológica con puntos y comas:
“La revolución socialista latinoamericana del Siglo XXI tendrá su sello de época, igual que lo tuvieron, en su momento, las revoluciones rusa, china, coreana, vietnamita y cubana. El sujeto de la revolución no será solo la clase obrera, o estará formado solo por la alianza obrero campesina; ese sujeto será integrado por todos los sectores oprimidos del pueblo, tal como lo pronunció Fidel en la Historia me Absolverá. No habrá un partido de vanguardia porque la complejidad de ese sujeto social admite alianzas, pero no homogenizaciones, y porque la retirada usurpación del término hecha por vanguardias autoproclamadas, vulgarizó un concepto que tanto brilló en boca de Lenin. La relación entre las fuerzas políticas plurales que actúen como vanguardia colectiva y las fuerzas sociales también plurales que esa vanguardia se comprometa a representar será de igual a igual, respetuosa y complementaria, y no una relación entre motor y polea de transmisión que históricamente cumplió su función en la Revolución de Octubre de 1917, pero que en nuestra región demasiadas veces sirvió como pretexto para manipular a los movimientos populares”.
“Como uno de los legados de esa rica etapa histórica que abrió la Revolución Cubana, el socialismo latinoamericano no hará distinción entre creyentes y no creyentes, ni entre religiones cristiana y no cristianas, como las de los pueblos originarios, los afro descendientes y otras”.
En otra parte de su artículo este funcionario expresa que no debemos olvidar que la esencia del socialismo latinoamericano y caribeño sigue siendo el tránsito a la socialización plena de los medios de producción.
Parados desde la isla oteando como van a ser las revoluciones socialistas en los otros países del hemisferio, como el profeta que se pasa la vida oteando el horizonte sin mirar hacia abajo para darse cuenta que tiene los pies sucios.
Recetando a los demás lo que no somos capaces de hacer nosotros, justificando nuestro inmovilismo con un “sello de época”, nacimos en otro momento, seguimos con un Partido añejo y una polea casi podrida de transmisora, tenemos que seguir con el Partido de Vanguardia y con el socialismo a la rusa.
Así que en nuestra región la palabra socialismo sirvió muchas veces para manipular a los movimientos populares. Si al englobar el termino de esa manera nos incluyes a nosotros los cubanos, entonces estoy de acuerdo contigo, aquí en Cuba tampoco logramos hacer el socialismo, ni hemos socializado los medios de producción y seguimos explotando al obrero a través de un salario miserable, y nunca se redistribuyo aquel 30 por ciento de las utilidades de la que hablo Fidel en la Historia me Absolverá.

Juventud… ¿perdida?

Riflexiones
El diario Granma en ocasiones pierde el rumbo, o lo pierde el editor que sanciona los trabajos que se publican.
En esta semana dos artículos llaman mi atención, uno el de Lázaro Barredo titulado “aguantar el palo” que para mi criterio fue magistralmente respondido por Lidia Alba en el espacio alternativo “La Haine”, a lo que solo tendría que agregarle que nada de nuevo tiene el artículo de Barredo, porque siempre es el cubano de a pie quien aguanta el palo y los golpes de las crisis en nuestro país.
El otro artículo, de Leticia Martínez Hernández, al lado del de Barredo, en la misma página 3, está dirigido a demostrar que la juventud cubana en pleno está de lleno volcada a las tareas de choque de nuestro país.
Veamos las tareas de la juventud cubana actual que menciona la periodista:
-Un joven ayudando a otro a bajarle un maletín de la guagua, lo cual es algo insólito según ella, no se si por el gesto de ayuda o por el arete que llevaba colgando de la oreja.
-Jóvenes ayudando en los desastres naturales que ocurren en nuestro país, ejemplo en el que participa hasta el perro en Cuba.
-Jóvenes que cultivan la tierra. Creo que cada día son mas los viejos dedicados a esa labor, no en vano prolongamos la jubilación hasta los 65 años..
-Jóvenes que se dedican a la educación, lo que siempre ha sucedido en cualquier parte del mundo, aunque con mejores salarios.
-Jóvenes militares haciendo guardias en las costas o ante un radar. Dudo que los viejos hagan eso en Cuba o cualquier otra parte del orbe. El ejército es de los jóvenes, los viejos son Generales.
-Jóvenes periodistas soñolientos esperando el cierre del diario. Los consagrados también lo hacen.
Eso si, no veo por ninguna parte del artículo nada relativo a los jóvenes dirigiendo este país y cuando se le quiere dar una responsabilidad de calibre a la juventud tiene la periodista que retrotraerse casi 60 años para recordarle a los incrédulos “aquellos muchachos con barbas que trillaron la Sierra Maestra y asaltaron luego las ciudades para trastocar el orden de cosas dentro y fuera del país”.
Y luego se pregunta asombrada algo subversivo ¡Que habría pasado si los gestores de esta Revolución hubieran esperado por la perezosa y escurridiza experiencia…!
Ya con lo mencionado sería suficiente para dejar el comentario en este lugar. Para la periodista el papel asignado a nuestra juventud es el indicado, nada de dirigir, la juventud nuestra si debe esperar “por la perezosa y escurridiza experiencia”.
¿Es para alguien un secreto el promedio de edad de nuestra dirigencia?, y con ello no desacredito la capacidad y experiencia de la misma, pero ¿los jóvenes qué?
Sugiero a la periodista que rehaga el artículo incluyendo:
-cantidad de jóvenes sin estudiar, ni trabajar existentes en el país.
-Cantidad de jóvenes que trabajan para particulares en nuestro país porque no quieren trabajar por los salarios que da el estado.
-Cantidad de jóvenes que han sido sancionados por tribunales o guardan prisión por diferentes delitos o están en espera de juicios
-Cantidad de jóvenes que han emigrado y emigran del país en busca de mejores condiciones de vida.
- Cantidad de jóvenes en tareas de dirección a cualquier nivel en nuestro país.
De cualquier forma yo creo, sin el teque del artículo mencionado, que la juventud nunca está perdida, ni ahora, ni en el siglo pasado, ni en el futuro que se acerca. La juventud siempre ha hecho lo que tiene que hacer, solo démosle tiempo al tiempo, porque los jóvenes cubanos nunca han sido perezosos, ni escurridizos.

La Revolución Cubana no es un acto de fe.

Riflexiones

En el mundo nuestro de estos días y en el mundo de otros en las diversas épocas de la historia de la humanidad, el riesgo (público académico, político, intelectual, religioso y de cualquier tipo) siempre ha sido enorme, sobre todo el peligro es ciclópeo, cuando el hombre trata de enfrentar las ideas establecidas y ello no quiere decir que quien decida hacer valer sus ideas esté loco de atar.
Acaso pienso que si hay temor, entonces quien lo tiene puede pensar que hay que estar loco para expresar lo que se piensa.
De cualquier manera, como no pretendo tener asida la verdad por las barbas, en cubano el refrán popular dice otra cosa, podemos aceptar la idea, si quien tal afirma reconoce que siempre el mundo ha estado lleno de locos.
Y dedico hoy mi riflexión a un artículo aparecido en la red donde se enuncia, como si fuéramos religiosos, que la Revolución Cubana es un acto de fe y que hay que estar loco para propagar lo que se piensa.
En la religión católica, según el diccionario, la fe es la primera de las tres virtudes teologales, el asentimiento a la revelación de Dios, propuesta por la Iglesia; puede ser además un conjunto de creencias de una religión o el conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas
La creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública o la palabra que se da o promesa que se hace a alguien con cierta solemnidad o publicidad. Puede ser asimismo la seguridad, aseveración de que algo es cierto.
Por ello, para mi, la Revolución Cubana más que un acto de fe es un proyecto de transformación social de nuestra sociedad que tiene que ver más con el esfuerzo de todo un pueblo y su sacrificio constante durante 50 años, lo que le ha permitido al cubano tener su visión cosmogónica de nuestra sociedad insular.
Quien quiera limitarlo solamente a un acto de fe lo que está promoviendo es que nuestro pueblo crea nuevamente que todo lo que hemos hecho está bien, y que cambiando determinados cuadros dirigentes, exigir y controlar aún más a la población cubana y mantener y disminuir en algo todas las limitaciones acentuadas por el periodo especial, lograremos salir adelante y lograr la sociedad en la que como mero acto de fe hemos creído hasta el día de hoy.
Cuando entramos en el mundo de la política hace rato que se ha perdido la virginidad, como aseveré en una ocasión, esa como en las mujeres, se pierde una vez y para siempre. Hay otras virginidades que cuestan más trabajo perderlas y es la inocencia política y el cubano de hoy ya la está perdiendo.
Y no la pierde por el mero hecho de que haga una abstracción intelectual, sino porque la realidad objetiva lo mueve a pensar que después de cinco décadas no hay más espacio para mantener una concepción del desarrollo estatal que nos sume en la miseria.
Esos ideólogos y políticos, que según el autor, dan apriorística universalidad a su individual razón, conjeturas, expectativas y experiencias, y ponen a resguardo su virginidad ideológica y la puridad de sus inclinaciones cívicas, con el aspaviento suficiente para acreditar su exoneración futura, esos, jamás han hecho nada importante en la historia de la humanidad.
Compañero, la mujer que no pierde la virginidad no pare, no procrea, no aporta nada. Es de ese tipo de mujeres que se preservan para ser siempre bellas, para fungir como sirvientes de los dioses. Eso era en otra época, ya en la actualidad nadie cree en Vesta, ni hay vestales.
El artículo, que por cierto está demasiado adjetivado y complejo, a cada escritor le respeto su estilo e incluso sus concepciones de la vida, causa confusión porque abarca mucho y explica poco, y en toda su longitud afirma sin explicaciones, dando por sentado que lo expuesto por él es cierto, o presuponiendo que el que lo lee debe hacer un acto de fe y aceptar todo lo que él enuncia.
La Revolución Cubana- afirma- nacionalizó por vocación de justicia y para conseguir la repartición abarcadora, dice el opinante, como premisa del mejoramiento de las condiciones de vida de las personas, para hacerlas más virtuosas, más plenas y más felices.
Se queda cojo el expositor con esa afirmación, que entre paréntesis en un artículo de siete páginas no menciona ni una vez la palabra socialismo.
Si la Revolución Cubana se hubiera quedado en esa fase la nación fuera hoy otra república bananera del Caribe de los años sesenta. Lo que empinó a la Revolución y la erguirá en el futuro será precisamente que su pueblo asumió como parte de su destino la construcción del socialismo, que es el sistema que puede realmente engendrar el virtuosismo, la plenitud y la felicidad en la sociedad.
Esa intención no es un acto de fe, es un proyecto y como tal requiere de inteligencia, audacia, mucho riesgo y una conciencia popular de hacia donde vamos y de que forma marchamos, sin secretismos, sin verticalidad decisoria, sino con plena participación popular.
Estoy de acuerdo con la idea de que la eficiencia productiva no es una virtud humana, sino todo lo contrario, se hace virtuoso el obrero que, debido a una política económica inteligente, sana y adecuada, produce eficientemente para satisfacer las necesidades de la sociedad en que vive. NO es la eficiencia una virtud del obrero, ni un acto de fe.
Solo un burócrata acomodado pudiera afirmar tal tontería, solo serviría para culpar al obrero de la crisis económica que vive nuestro país. No está muy lejos de esa política reaccionaria creer que controlando y exigiendo más al obrero resolveremos las dificultades y deficiencias de nuestra economía.
Afirma el artículo que nadie está en condiciones de predecir que conocimientos de hoy serán supercherías del mañana, y añade que la ciencia es una edificación hecha de materiales que siempre terminan desechados, y que por esa razón hay que instruir hoy, aunque desconozcamos el valor, utilidad o provecho que tenga.
¡Hay que leer tales cosas en este mundo!
Acaso el ser humano no es capaz de predecir, acaso la ciencia no va en desarrollo. Lo erróneo se descarta, se elimina, precisamente eso es lo que necesitamos hacer para terminar con el estatismo, la superchería estalinista del socialismo de estado. ¿Acaso puede haber equivocación en eso? Además, no es predicción, es análisis y certeza de a donde condujo ese tipo de mal llamado socialismo a la Unión Soviética y al resto de los países socialistas de Europa oriental.
Luchemos por una sociedad mejor, socialista participativa, democrática y decisoria y de seguro que el hombre que la integra será sumamente mejor y superior.
El articulo redactado en estilo bíblico, tal parece que las aseveraciones son mandamientos que terminan conque la Revolución es un acto de fe, realmente no conduce a lugar seguro.
Nos insta a aceptar la Revolución como un acto de fe, como si los comunistas fuéramos religiosos a ultranza, y lo que menos necesita el socialismo son actos de fe, sino actos de verdad, mucha inteligencia, un sistema económico realmente productivo que nada tiene que ver con intenciones, sino con soluciones, ¡Ah! Y mucho riesgo, que en la sociedad, como en el casino, el que no se arriesga, no gana.
El gobierno de Cuba –dice- tiene que elevar la eficiencia productiva y funcional del estado, hacerlo –advierte- y lograrlo pronto para poder presentar beneficios materiales mínimos (al fin el autor recordó que no solo de la fe vive el hombre).
Dizque para evitar el éxodo de jóvenes sanos y capaces, que si aplicamos la teoría expresada, son personas faltas de fe, si, pero de fe en el futuro que vislumbran como resultado del inmovilismo que palpan y que les permite predecir el futuro cercano, lo que no consideran una superchería, sino el futuro de sus vidas.
Según el analista Cuba carece de súbditos a quien expoliar. Le pregunto, según la teoría marxista, ¿que cosa es vivir del trabajo asalariado, donde el obrero sigue siendo explotado por el capital, en este caso el capitalismo de estado? Mientras el obrero viva del salario es explotado, no se ha liberado del fardo del capitalismo.
Y no es que haya que erigirle el altar al dios dinero, esa no es el fin del socialismo, sino un monumento a la eficiencia, a la productividad, al tiempo libre del obrero para que disfrute de la recreación, de la cultura, del deporte, lo cual solo es posible enterrando definitoriamente el socialismo de estado que hemos conocido hasta ahora.
Y cuando vamos adentrándonos en el documento nos percatamos que este artículo es una defensa a ultranza de darle a nuestro pueblo más de lo mismo.
Asevera que el gobierno cubano revisa –sin prisas, pero sin pausas-todas las estructuras estatales y todas las leyes y disposiciones que rigen su funcionamiento, actuando en concordancia con las recomendaciones recibidas (no especifica de quien o quienes) y los estudios pertinentes (ídem) y ha hecho las modificaciones apropiadas (tampoco define si adecuadas para la burocracia o para el pueblo).
Le recuerdo al autor de este artículo que todavía el pueblo cubano desconoce el resultado real de las asambleas de trabajadores para aumentar en cinco años la edad de retiro, y todavía esta por leerse los resultados de las asambleas de críticas realizadas a lo ancho y largo del país sobre los problemas de la construcción de socialismo en Cuba.
Hay un párrafo que por su ambigüedad lo mismo puede haberla dicho un dirigente de un país socialista o el propio fascista de Bush para consolidar el capitalismo, veamos:
EL gobierno cubano “busca el incremento de la eficiencia productiva, de la eficacia de la gestión empresarial, de la certeza de la dirección, de la ampliación e intensificación de los vínculos de la población con los asuntos públicos, de la supresión de contradicciones funcionales de instituciones, de la profundización de la institucionalidad, del refuerzo a la legalidad, del aumento simultáneo del grado de cientificidad de la gestión de dirección y del activismo ciudadano”.
Este tío habla sin sustentarse en ningún plan. Creo que su conocimiento in situ está mal situado, para seguir aceptando la buena fe de nadie, y si él no se ha dado cuenta que ha quedado demostrado lo contrario, debe ser que es duro de entendederas.
¿Cómo es posible, después de haber desbarrado contra las predicciones y la ciencia que asevere “las medidas tomadas hasta ahora en Cuba son adecuadas, pertinentes, comedidas, oportunas y necesarias”.
Y ahora viene el veneno: “se ha venido diseñando un concepto aparentemente más abarcador y comprensivo cual diríase es la democracia participativa”, no menciona lo de socialismo.
Según él, parece una buena meta, después la descaracterizará alegando que “no se conoce a alguien en capacidad de decir qué es eso, como se instrumenta en general, como se adecua a las condiciones de cada país, que recursos (materiales, legales, procedimentales, estructurales, históricos, sociales, culturales y similares) exige y etc.
Y para no hacerles esta diatriba larga, es muy fácil muchachón, lo que se quiere es socialismo y si se le ha puesto apellidos es para diferenciarlo del socialismo estalinista que caracterizó todo socialismo del siglo XX. Todo eso que preguntas lo puedes encontrar en cualquier biblioteca, en los libros de alemanes como Engels y Marx, o del ruso Lenin, no es nada nuevo, sino condensado en una propuesta y apoyado por un grupo de comunistas que si creemos en la ciencia y que nos arriesgamos a predecir de la misma forma que lo hizo la generación del Moncada y de la Sierra.
Lo mismo que cuestionas ahora hubieras podido censurar el día que Cuba se declaró socialista y mira por donde vamos.
NO le cuestiones a cualquier generación de cubanos esa capacidad de arriesgarse, de predecir, de soñar.
En nosotros, los que estamos por un socialismo real, estas afirmaciones, artículos e incluso palabras soeces no nos desalientan. Estamos muy seguros de nuestros ideales socialistas, no los asumimos como un acto de fe, sino como el único acto capaz de comenzar a labrarle una sepultura definitiva al capitalismo y a la burocracia que la representa en nuestro país.
Y para el ciudadano común, contrario a lo que enuncias, las esencias si han cambiado en Cuba, porque hace treinta años no existía una burocracia omnisciente, omnipotente y omnipresente pidiendo actos de fe para mantenerse en el poder.
Los problemas de Cuba están dentro de Cuba. El imperialismo en estos momentos bastante problemas tiene con sus crisis. El capitalismo nos puede hasta brindar educación y salud gratuitas, lo que no puede dar al pueblo cubano es la propiedad de los medios de producción. Desde un punto de vista práctico, es nuestra única alternativa en un mundo donde desapareció el socialismo como sistema.
Ese esquema “soft” del gobierno yanqui que se vislumbra en el futuro, y al que haces referencia, solo podemos vencerlo con un socialismo verdadero donde el poder resida en el obrero y no en los burócratas.
No es un problema de buscar la eficiencia productiva, si la lograras con tus argumentos queda sin materializarse lo básico: ¿sigue el obrero con su salario? Si es así, sigue el obrero siendo un esclavo del gobierno.
Hablas de capitalismo agotado como sistema, pero nadie ha sido capaz de decir cuando por fin se hundirá, y si se ha demorado en caer la culpa ha sido del socialismo estatista que no demostró ser una alternativa, porque no era un socialismo real. Con más de lo mismo lo único que hacemos es demorar su caída.
La Revolución cubana no es un milagro, es fruto de muchos esfuerzos y sacrificios de su pueblo, la Revolución cubana es fruto de siglos de luchas por la libertad y la independencia, de ideas martianas que condensan esa idiosincrasia, pujanza y el ser de nuestra cubanía.
En desacuerdo totalmente en que cada persona en sí misma es un fin, pues una persona es un ser social que solo puede lograr sus más caros anhelos actuando en sociedad y con ello no estoy en contra de que el socialismo respete la individualidad de cada ser.
Precisamente nosotros, los que estamos por un socialismo participativo, democrático y decisorio lo hacemos, porque pensamos que partimos de una evaluación acertada de la realidad, porque estamos en la búsqueda de respuestas y la instrumentación inmediata de las mismas con el concurso de la mayoría.
Finalmente, después de leído su artículo me quedan dos preguntas ¿Qué es lo que usted propone? ¿Por qué nunca menciona la palabra socialismo?

¿Por qué se pierde la juventud?

Riflexiones
Desde tiempos inmemoriales existe la inclinación de las generaciones más viejas a denostar sobre la juventud que viene empinándose con su propia ética y patrón de valores, faltando casi siempre el análisis de los aspectos negativos que la generación precedente ha traslado a los nuevos vástagos.
Y traigo el tema a colación porque esta nueva generación de cubanos que comenzó a desarrollarse bajo la tutela del llamado Periodo Especial encuentra valores negativos como la doble moral y la corrupción que no enfrentaron las generaciones que le antecedieron.
El pasado 31 de mayo bajo el título “Los domingos sí están contados” el diario Juventud Rebelde nos relata como la juventud bayamesa decidió hacer de un domingo “una fecha de semillas, de privaciones gratas, de fango mágico y de sudores que saben a miel”, esta última no es la miel del poder, sino la del sacrificio.
Según el diario desde octubre del 2008, en que la dirección de la juventud de Granma convocó a enarbolar la bandera de los sacrificios no fingidos para apoyar las tareas agroalimentarias, apenas la juventud ha faltado a un domingo rojo.
El artículo rezuma el vigor y desprendimiento de los jóvenes bayameses en esta nueva tarea de choque y ya casi al final del artículo un joven se refiere a un sábado “en que sembramos boniato, nos pusimos contentos porque no fuimos un grupito sino miles de jóvenes. El entusiasmo se multiplicó”.
Esos jóvenes, al leer este artículo en un diario nacional deben sentirse orgullosos, estimulados a seguir enfrascados en esa lucha contra la naturaleza, pero les aconsejo que para mantener el embullo no sigan leyendo el diario, pues si llegan a la página ocho y leen el artículo “Y ahora, ¿Quién aguanta el viandazo?, se enterarían de que en la pasada cosecha de tomates se pudrieron cientos de toneladas de ese producto y que en la actualidad la misma suerte corren miles de toneladas de boniato.
¿Acaso esto es un buen ejemplo para nuestra juventud? Pedirles que se esfuercen para después tirar por la borda todo ese sacrificio que hacen.
¿Dónde radica el problema? Lees y relees el artículo y la responsabilidad se diluye:
-Las cooperativas productoras de tomate exigen que acopio le pague 146,343 pesos por la pérdida de 2 610 quintales de boniato.
-Algunos campesinos no reclamaran y se conforman con que les paguen por la producción planificada y no la real.
-Algunos campesinos perdieron el 40 por ciento de la ganancia prevista.
-Contribuyeron a esas pérdidas la poca disponibilidad de medios de transportes y la existencia de una infraestructura industrial incapaz de asumir picos productivos.
-A juicio de algunos campesinos el saldo final de lo perdido lesiona más la vergüenza que sus bolsillos, y califican de inmoral que detrás de tantos recursos y esfuerzo físico no llegue a la población una cosa tan necesaria como la comida en momentos en que el estado emplea divisas para adquirir alimentos en el exterior.
- Un obrero revolucionario y que no ha perdido la esperanza y el optimismo asume que lo sucedido es una mala racha.
Luego el periodista les da la palabra a los funcionarios, quienes presagian que la nueva estrategia de comercialización que debe implementarse en agosto próximo funcionara de acuerdo con un estudio de demanda de las dos provincias habaneras.
En Cuba todo queda siempre proyectado en el futuro.
Los culpables de la pudrición de esos alimentos ¿Qué?
Bueno, creo que como dice el refrán, la culpa de todo la tiene el totí.

francotiradordelcauto@yahoo.es
http://francotiradordelcauto.blogia.com/

¡Viva el socialismo estatizado!

Riflexiones

Desde hace muchas décadas perdí el temor a perder bienes y riquezas, porque al no poseerlas sería de orate suponer su perdición; lo que si ha surgido dentro de mí y de otros muchos cubanos es el miedo a que este socialismo inalcanzable, al menos la intención de lograrlo no ha desaparecido, se vaya a bolina como la Revolución de 1930-
Releyendo a Lenin cada día le cojo más odio al estado, a mi me gustaba la lectura del teórico ruso porque, aupando la teoría de Marx y Engels, nos prometía una disolución futura del estado.
El estado, me decía y me repetía, parodiando a los clásicos, surgió para que una clase minoritaria explote a la mayoría de la población, llámese estado esclavista, feudalista, capitalista, fascista, burocrático, o cualquier apellido o mote que se le quera endilgar. El estado es el que tiene que irse a bolina, sin embargo, perdura como Matusalén: hoy alegre y mañana también; por lo que sin tanta verborrea puede afirmarse que el estado siempre estorba, por lo menos todos los conocidos hasta ahora.
Pero eso de la alegría constante no es para la mayoría, y menos cuando escucho en el noticiero de la mañana que el trabajo a destajo viene de vuelta a los obreros cubanos, como una salida necesaria según una tal Ley 9.
El trabajo a destajo, sin que quede lugar a dudas, produce más plusvalía en menos tiempos. Vamos avanzando directico al capitalismo desarrollado, para entonces, con al máximo desarrollo de las fuerzas productivas, iniciar la socialización de los medios de producción: más o menos un “socialismo” tipo chino, donde ya existen algunos millonarios y muchos millones de muertos de hambre.
Lo más exuberante en esta situación es que desde que el primer brujo alzó una tea para que los creyentes vieran a Dios (al parecer la oscuridad desde entonces no ha dejado de reinar en el planeta y Dios nunca aparece) nunca la población ha sido quien impone los códigos de conductas y valores, esto sin excepciones, siempre se le han impuesto desde afuera, llámese monarquía, capitalismo o socialismo, Iglesia o partidos. Cómo hay que comportarse y vivir ha venido reglamentado por lo que tienen el poder.
Ese orden se ha mantenido desde siempre por la fuerza, que todos saben que da riquezas, que da poder, que el que lo posee siempre ostentará un mejor nivel de vida, que será eterno, siempre y cuando no se empalaguen con las mieles de la abeja o la melaza de caña.
Otra preocupación que me mueve a riflexionar es ¿cómo es posible que las trasnacionales mediante el trabajo asalariado logran ganancias multimillonarias, un desarrollo extremo de las fuerzas productivas y mucha miseria alrededor, y sin embargo nosotros en Cuba pagando también salarios, solo lo que hacemos es socializar la pobreza.
Pensando negativamente debíamos tratar de imponerles a los países imperiales, que malgastan sus riquezas en mantener arsenales de todo tipo de armas, este socialismo estatista patrocinado por Stalin desde principios del siglo pasado: y les podría asegurar que no tendrían ni un centavo para el desarrollo de amas de ningún tipo.
Ya ven tenemos una solución en nuestras manos para acabar con la carrera armamentista en el mundo. Tendríamos entonces un mundo más seguro.
¡Arriba el socialismo de estado!

Socialismo del Siglo XXI: ¿Una involución?

Riflexiones.

Andan por estos medios algunas plumas equivocadas. No me queda ni la más remota duda. Lo otro que puedo pensar es que hay personas que hablan de socialismo y nunca leyeron a Marx y creen que Lenin se circunscribe solo al parque con ese nombre situado a las afueras de la Habana.
Hay personajillos europeos que de verdad nos quiere meter, a la cañona, que el socialismo del Siglo XXI es una grave involución, cuyas consecuencias pagarían el pueblo cubano y todo el movimiento comunista y revolucionario internacional, Esto es ya pasarse de la raya.
¿De que socialismo hablan? En el Siglo XX y lo que va del actual no ha existido socialismo en ninguna parte, fue traicionado por Stalin y sus seguidores. Mientras un obrero reciba un salario no estamos construyendo ningún socialismo y está dictadura, llamada del proletariado, ya lleva 50 años aporreándonos. Ustedes, los europeos están aún más alejados del socialismo, porque para hacerlo tienen primero que tener el poder. Primero obténganlo y después vengan a darnos clases..
Tratan de confundir. Cuando se habla de socialismo estamos hablando de la mejor democracia que haya existido en la historia de la humanidad, no el socialismo estatizado que conocemos, sino del que hablara Marx, Engels y Lenin; no democracia para que la burocracia haga y deshaga, sino democracia obrera. ¿Por qué quieren los nuevos “teóricos” del socialismo eliminar ese factor?
Aparecen críticas y calificaciones de desinformados para aquellos que manifiestan aversión contra Stalin, y al parecer los que están desinformados de quien fue ese personaje son los que lo defienden. Eso es historia reconocida ya hasta por el propio pueblo soviético.
Pues sí, la “democracia participativa” por la que nos pronunciamos un sector de los cubanos hoy, está en franco antagonismo con el socialismo estatizado que padecimos durante el siglo XX y lo que va de XXI.
Y esto nos es oponer lo nuevo a lo viejo, sino imponer lo nuevo sobre lo viejo, que no es lo mismo ni se escribe igual.
EL socialismo estatizado ya cumplió su función, claro está para todos que no conduce a más socialismo, sino a más capitalismo, vea lo que sucede en China, y esa dictadura proletaria a la que se refieren y ensalzan es solo nominal, porque en la realidad la dictadura está ejercida por el partido y la burocracia que la sustenta.
El reformismo en este caso es amamantado por quienes se oponen al socialismo participativo y tales criterios no están sólidamente sustentados por la teoría marxista. Han salido a escena a cantar como gallo y solo pueden piar como un gorrión. A nadie convencen.
¿Quien les hizo ese cuento de que quienes nos pronunciamos por el socialismo participativo queremos enfrentar a los dirigentes con las bases, a los dirigentes viejos con los nuevos?
Lo que queremos es socialismo real y que el que esté al frente del país lo haga realidad. Nos da igual si tiene 40 años, 60 o 90 años de edad.
Así que los que nos pronunciamos por el socialismo participativo estamos actuando de acuerdo a nuestros enemigos imperialistas. ¿Estos censuradores se han leído la plataforma programática de Pedro Campos? Me parece que al contrario de sus epítetos superficiales, allí lo que se propone es socializar la propiedad y eso es lo más anticapitalista y antiimperialista que he oído hasta ahora.
No he visto a los seguidores de esta plataforma desbarrar contra el gobierno por los recientes cambios ocurridos en el gobierno de nuestro país, ¿por qué quieres desacreditarlos sin elementos probatorios?
Si no perciben las nuevas ideas del socialismo democrático es porque no saben leer, o tienen problemas con su poder de abstracción intelectual. Dígannos y los invitamos al próximo círculo de estudio sobre el tema.
Coincidimos en que lo importante es saber de que lado de la trinchera nos colocamos, estamos del lado de la clase obrera y del pueblo cubano. ¿Ustedes donde están?

¿Por qué la izquierda es tan difícil?

Riflexiones

A veces pienso que de existir vida en el más allá, en el más acá la vida es de ampanga y en ocasiones ni se le puede llamar vida, trataría de, cuando estire la pata, adosarme a la turba de los indiferentes, de aquellos que les importa un pito si el camión de la basura pasa o no pasa, de si el pan esta bueno o está malo, si esta ley que pasa hoy en la Asamblea Nacional la aprobó o no realmente el pueblo.
Son en definitiva personas que viven, esto que llamamos vida, en forma despreocupada, y de seguro poco les importaría la tímida respuesta de Miguel Manzanera al artículo de Boaventura de Sousa Santos titulado ¿Por qué Cuba se ha vuelto un problema difícil para la izquierda?
En buena lid no conozco siquiera quienes son estos articulistas, pero por mi experiencia personal me inclino más al análisis atrevido de Sousa Santos que a la andanada espacial, lo imagino en el limbo, de Manzanera.
Como se que en Cuba algunos obreros y personas del pueblo tienen acceso a lo que se escribe en Kaos en la red, no porque tengan acceso a internet, sino porque aquellos pocos que lo tienen imprimen los artículos y se dedican al pásalo, como hacíamos en la primaria entre pupitres cuando alguien llevaba un chiste escrito, quiero opinar también para ellos en este lance entre izquierdistas.
No es mi intención rebatir o censurar la opinión que cada cual tenga sobre nuestro país, pero creo que es honesto advertir que al parecer hay un gran vacio de conocimiento cuando queremos poner a la Revolución Cubana como ejemplo para todo, obviando explicar o escondiendo a los lectores, esos otros ejemplos de nuestro país de lo que no debe hacer la izquierda cuando llegue al poder.
En primer lugar cuando hablamos del socialismo en Cuba estamos demostrando al afirmarlo que no sabemos nada de ese socialismo del que nos hablaran Marx y Engels hace más de un siglo.
En Cuba, señores de la izquierda, no hay socialismo, porque en el socialismo la clase obrera es la dueña de los medios de producción, y en Cuba el estado es dueño de todo y aquello que aún no posee, lo regula o lo prohíbe.
Así que, mientras exista un obrero vendiendo su fuerza de trabajo hay capitalismo o cualquier otro tipo de sociedad alternativa. Eso es tan obvio como que la tierra se mueve y nosotros en ocasiones no sabemos movernos como ella.
Querer meter en una disputa dentro de la izquierda desde el Dalai Lama, Lutero y la reforma, la ecología, el diablo y su cola (aún nadie se la ha visto) es proporcionar oscuridad a lo que se está hablando. Yo les recomendaría a todos ese adagio de que no existe lo positivo o lo negativo, sino aquello que es o que no es. Así como sugeriría también que la izquierda de cada país al analizar a sus émulos de otras naciones se abstengan de las recomendaciones, sobre todo si no saben de lo que están hablando. Y se limiten al análisis de lo que perciben: las decisiones para el que está en el campo de batalla.
EL artículo de de Boaventura de Sousa Santos es comedido, analítico, y parte del presupuesto que “el lugar de la Revolución Cubana en el pensamiento y en la práctica de izquierda a lo largo del siglo XX es ineludible”, y entre las muchas cosas positivas que expone el documento, es que parte de la hipótesis de que si queremos ver lo cambiante en los demás, debemos asimilar lo que hemos cambiado nosotros; por ello se afirma en el documento que “tanto Cuba como la izquierda se desarrollaron mucho en este medio siglo y son los desencuentros de sus respectivos desarrollos los que crean el problema difícil”.
¿Pero quienes quieren encuentros, cuando lo que se necesitan son desarrollos?
Souza Santos afirma, y estoy plenamente de acuerdo con él, en que “los hostiles condicionamientos externos en que la Revolución Cubana fue forzada a desarrollarse impidieron que el potencial de renovación de la izquierda que la Revolución ostentaba en 1959 se realizara plenamente”, peo se queda corto en la visión y le pregunto: en que lugar dejamos los hostiles condicionamientos internos.
Coincido igualmente con Sousa en que se le ha llamado socialismo a ese tipo de sociedad alternativa, “más justa por estar orientada a la satisfacción de las necesidades reales de los pueblos, y más libre, por estar centrada en la realización de las condiciones del efectivo ejercicio de la libertad”.
A eso lo podemos apellidar de cualquier forma, pero no es esencialmente socialismo, reitero, si no olvidamos lo que Marx y Engels predicaron a tal efecto. Incluso, podemos decir más, podemos afirmar que la sociedad cubana posee una de esas sociedades alternativas, y que le queda aún por construir ese socialismo democrático, participativo y decisorio que cobra fuerza dentro de nuestro pueblo.
No están muy lejanas las expresiones del líder de la Revolución Cubana reconociendo que por un momento creíamos que estábamos construyendo el socialismo en nuestro país.
El socialismo aún no ha tocado las puertas de nadie en este planeta, aunque muchos militantes sinceros en Cuba intentan hacerlo entrar a nuestra casa como el convidado ausente que estamos esperando desde el año 1959.
Creo que el papel de las izquierdas es ser solidarios con las izquierdas de otros países, por ejemplo, sentirse solidarios con los que aún en la ex Unión Soviética o en China creen en el socialismo o con los cubanos que aquí adentro aún creen poder construir el socialismo en el caimán. Eso de estar metiendo la pata, o las manos, aconsejando que está bien o que está mal, siempre conduce a equivocaciones, porque solo el que vive el problema está más autorizado a analizar su situación específica.
Es lo que le sucede a Manzanares, que tratando de defender a ultranza asume posiciones indefendibles, y con ello no dejo de reconocer las buenas intenciones de este articulista; pero mientras Souza trata de llamarnos a la reflexión en su artículo, Manzanares toca a rebato y en el apuro en lugar del fusil automático tomó un arcabuz oxidado.
Coincido con Sousa en que Cuba “podrá volver a ser un motor de renovación de la izquierda. Será entonces una Cuba distinta, que genere un socialismo diferente del que fracasó en el siglo XX y, de ese modo, contribuya a la urgente renovación de la izquierda”, pero le afirmó con honestidad, esa no es nuestra intención. La meta fundamental es construir el socialismo en Cuba, el que quiera seguir el ejemplo es libre de hacerlo.

francotiradordelcauto@yahoo.es
http://francotiradordelcauto.blogia.com/

A propósito de las "revelaciones" de Ortega

Riflexiones
La solución al diferendo entre Cuba y Estados Unidos puede que, llegado el momento, asombre a todos. Baso mi apreciación en la reciente declaración de la Secretaria de Estado yanqui, Hillary Clinton, quien afirmó recientemente ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, que el gobierno de Estados Unidos respetará una eventual decisión del Congreso de levantar el bloqueo contra Cuba.
Clinton dijo que Obama no podría levantar unilateralmente el bloqueo vigente desde hace medio siglo debido a que es una ley que, para modificarse, es necesario otra medida legislativa.
"Si el Congreso decide que eso es lo mejor para Estados Unidos, obviamente el gobierno tiene que acatarlo'', afirmó.
Creo, ante la enmarañada situación política que se vive, esta sería la respuesta adecuada del legislativo norteamericano a una situación creada por ellos mismos desde hace cerca de cinco décadas, y que debe desaparecer para que cesen la retórica, las ambigüedades y los dimes y diretes entre Washington, La Habana y el resto de la América Latina.
Pero hay algo de lo expresado por Obama en la reciente Cumbre Latinoamericana, que no debemos pasar por alto, y es la relativa a que todo lo malo que sucede en el continente no es solo culpa de Washington. Y creo que tal afirmación lleva un mensaje político mesurado por parte del líder norteamericano, a lo que en buen cubano resumiríamos en que toda la culpa no la tiene el totí.
Daniel Ortega, terminada la cumbre viajó a Cuba y durante su estancia se quejó de que seis dirigentes de alto nivel tuvieron que esperar en la pista porque los organizadores del evento, en un acto de adulonería, lo decidieron así, para dar preferencia al avión del Presidente de los Estados Unidos.
Ya ven cuanta razón lleva Obama, esos problemas de adulonería son autóctonos, no los impone el gigante del Norte, brotan como el romerillo en nuestros países, y realmente no se, pues no soy botánico, si el romerillo también crece en los Estados Unidos. Apostaría a que sí por considerarlo una desviación de la conducta humana.


La lentitud en la queja o en el reclamo de los derechos, también parece crecer como el romerillo, pues hubiera sido más adecuado, y hasta más digno, haber planteado esa falta de respeto en la propia cumbre, y no después de que esta terminó. Ahora solo queda como una comidilla más después del postre. ¿Fue adulonería o problemas propios de cualquier aeropuerto subdesarrollado?
La misma lentitud en la defensa de sus derechos aprecio en otras declaraciones de Ortega, hechas en la mesa redonda de la TV cubana, donde señala que en Trinidad y Tobago se impuso “la censura a los Jefes de Estado de América Latina y el Caribe”, y donde el líder nicaragüense se preguntó: ¿Quién habrá influido para buscar esa censura? Para responderse inmediatamente que “no tenía ninguna duda de que los que se preocuparon para que esa Cumbre fuese censurada fue la delegación norteamericana junto con la OEA”
Esto, para mi, no es serio, es para consumidores de novelitas de Corín Tellado, cuya autora, para mi desconcierto, aparece fulgurada en la página seis del Granma del jueves 23 de abril, lo cual merece otra riflexión aparte.
Si allí en la cumbre cada país es un estado soberano, ¿quien los puede obligar a participar en una reunión donde aprecian que le están limitando los derechos? Si aceptaste participar en esas condiciones ¿de que te quejas ahora? Los demás países aceptaron las reglas del juego y al parecer, como se respetan a sí mismos, nada han criticado al respecto.
Además, el cubano ya sabe un poco de ese tipo de reuniones, aquí en Cuba las hemos vistos, la reunión inaugural donde todos hablan, la reunión cerrada de las comisiones donde no se sabe de que se habla, y la clausura para dar a conocer los resultados finales. Digo, por poner un ejemplo, así son nuestros Congresos.
Tomándole la palabra a Ortega debemos en lo adelante los cubanos rechazar todas las reuniones cerradas, ya sean del Partido, del Parlamento,de la Federación de Mujeres Cubanas, de los Comités de Defensa de la Revolución, y el copón bendito de organizaciones para no resultar cargoso.
Por criticar, el mandatario nicaragüense hasta apostrofó porque los presidentes solo tenían diez minutos para hablar en el acto inaugural. ¿Hace falta más tiempo para la retorica? Al parecer Ortega sigue creyendo que este es un mundo de palabras. No he oído a Obama criticar esta decisión, o ¿es que pudo el presidente norteamericano hablar por más tiempo?
Además no es necesario ir a una cumbre a que se filtre el clamor del mundo porque el bloqueo termine. En la o­nU eso se conoce desde hace más de una década y nada sucede.
No se que persigue Ortega cuando afirma que las intervenciones de los mandatarios en la Cumbre no podían conocerse por la censura existente. No aprecie tal censura, los medios de prensa reflejaron esas intervenciones y había acceso a ellas por internet, y se vieron hasta por nuestra televisión nacional.

¿De que censura habla Ortega? Salvo que se esté refiriendo a las sesiones a puertas cerradas. En ellas, ya sea la Cumbre Latinoamericana, en la o­nU y en cualquier otra organización internacional sucede lo mismo. Por algo se les dice cerradas, eso quiere decir, prohibidas a los oídos del vulgo. Es tan viejo ese método que puede haya sido inventada por Merlín cuando la Corte del Rey Arturo.
Luego afirma que sí eran noticias las fotografías. ¿Acaso Ortega cree que nosotros los cubanos somos bobos? ¿Cómo es que los periodistas de la mesa redonda siguen con la sonrisa y el si a flor de labios ante todos los que acuden a hablar en sus estudios? ¿Podemos llamar a esto periodismo serio?
Percibo alguna superficialidad en las aseveraciones de Ortega, habla para agradar, para mantener un discurso apologético revolucionario, pero con carestía de ideas novedosas de esos dos días de la Cumbre. Es como para que pensemos que allí fue América Latina a perder el tiempo, para que los presidentes fueran maltratados en el aeropuerto, les pusieran un tapón en la boca para que no hablaran, y para saludar al presidente norteamericano y llevarse una foto de recuerdo. Eso es muy simplón, lo reitero, es para consumidores de novelitas de Corín Tellado.
Al parecer el mandatario nicaragüense no apreció que esta última Cumbre en nada se pareció a las anteriores y que los pueblos de América Latina dejaron claro que se abre un nuevo periodo en sus relaciones con Estados Unidos.
Para un hombre inteligente como Obama no escapa esa nueva realidad y fue significativa su expresión de que “su gobierno tiene el compromiso de renovar y mantener relaciones más amplias entre Estados Unidos y el resto del continente americano por el bien de la prosperidad y la seguridad comunes”.
Es una frivolidad aseverar que Obama es una continuidad. Obama no puede sentarse en la silla presidencial que tenía Bush, porque los burros viven en pesebre, y en los pesebres como el de Bush no hay sillas. Obama está construyendo su propio sitial.
Obama es el primer presidente negro de Estados Unidos, es uno de los resultados de la lucha por los derechos civiles de los negros norteamericanos durante siglos, y su primer compromiso es con su pueblo. No lo tratemos como si fuera un presidente más de esa nación. Como decía Martí, es necesario el decoro, incluso cuando hacemos política.
Con este tipo de discursos ahorita estamos nosotros reclamándole a España todo lo que hizo a nuestras naciones desde la colonización hasta 1898.
Cuando el pasado prevalece en la política, nos quedamos haciendo política en el pasado.
Discutamos ahora con Obama las presiones contra Venezuela y Bolivia y exijámosle que se respeten los derechos inalienables de esos dos pueblos y del resto del resto del continente. Cerremos fila en América Latina y adecuemos nuestro discurso a la modernidad.

Exijámosle a Obama que cualquier ayuda financiera al continente se haga sobre parámetros justos y respetando la soberanía de sus pueblos, cuestión que nunca ha hecho el Fondo Monetario Internacional; pero exijamos también a nuestros gobernantes que la ayuda internacional no vaya a parar a las cuentas bancarias de gobernantes latinoamericanos corruptos y sus acólitos, como ha sucedido en el pasado.
Digámosle a Obama, como hizo Chávez, que América Latina quiere ser su amiga, para desandar el camino en términos más respetuoso, y de paso regalémosles libros como las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, para que comprenda, y no se le trate de imponer el conocimiento, sobre el vasallaje y la explotación que ha sufrido nuestro continente desde el siglo XV en que fue descubierta.
No esperemos a que Estados Unidos reaccione; reaccionemos nosotros y olvidémonos de la retórica pública y la lucha verbal que a nada conducen, salvo a las malinterpretaciones y las confusiones.